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No es un secreto que actualmente la logística internacional no vive uno de los momentos más alegres de la historia, y la industria agroexportadora nacional se ha visto directamente perjudicada por esta situación. Si en temporadas anteriores el número de siniestros a las cargas o daños derivados de negligencia en el transporte eran hechos relativamente excepcionales, hoy son de frecuente ocurrencia, por lo que es necesario tomar medidas preventivas que disminuyan los riesgos vinculados a este tipo de exportaciones.

Los seguros marítimos son una de las formas de aseguramiento más antiguas en la historia de la humanidad y han acompañado a la industria agroexportadora nacional de manera prácticamente ininterrumpida desde sus orígenes. Sin embargo, los seguros marítimos también se han visto afectados por la crisis logística internacional, por lo que es necesario tener consideraciones especiales para una adecuada elección, y, además, una gestión activa en los procesos de liquidación, para que la contratación de seguros sea óptima y produzca el resultado esperado.

Por ejemplo y en primer lugar, un punto donde hay que poner mucha atención es en las cláusulas por retraso, puesto que si antes lo normal era que se otorgara cobertura para retrasos de 4 días o más, hoy los días de retraso necesarios para hacer efectivo el seguro han aumentado considerablemente, llegando en algunos casos incluso a los 14 días o más, con costos muy superiores a los de años anteriores, existiendo incluso algunas Compañías de Seguros que han decidido eliminar derechamente las cláusulas por retraso de sus pólizas, o bien, redactándolas en términos sumamente restringidos, solamente aplicables para casos específicos, es decir, bajo la estructura de una cobertura de riesgos nombrados, lo que significa que sólo se cubrirán daños consecuencia de los riesgos descritos explícitamente en la póliza.

En segundo lugar, es necesario tomar medidas que permitan prepararse de buena manera para las eventuales discusiones que se tengan contra las Compañías de Seguro o Líneas Navieras. En este orden de ideas, una correcta documentación de los casos es esencial para poder discutir con buenas posibilidades los eventuales reclamos que se pretendan presentar con posterioridad.

En este sentido, y hablando específicamente de la exportación de bienes perecibles como la fruta, cada vez se vuelve más esencial poder registrar la calidad y condición de la carga tanto en origen como en destino.  Lo anterior, si bien se suele realizar mediante servicios externos, en caso de no poder contar con estos, se puede realizar en último caso mediante la toma de material audiovisual donde se demuestre el estado de los bienes al momento de carga o de apertura de contenedores, y lo mismo respecto a eventuales destrucciones de todo o parte de la mercadería.

En tercer lugar, también es importante tratar de reducir al mínimo la diferencia de días entre la fecha de cosecha y la de embarque, puesto que se suele indicar como un elemento concurrente a los daños observados en destino por Transportistas o Aseguradoras para reducir los montos de indemnización o incluso alegar la falta de responsabilidad de las líneas navieras.

En cuarto lugar, si bien el uso de termógrafos es una práctica extendida en la industria agroexportadora, esta es una cuestión esencial que no puede omitirse, puesto que por políticas de confidencialidad aplicadas como regla general, las empresas de transporte marítimo no acceden a mostrar sus propios registros, por lo que tener registros propios por el interés de la carga es esencial. Hoy existen termógrafos bastante avanzados, existiendo algunos que incluso tienen GPS e información en línea sobre la temperatura y otros elementos importantes, como los gases o humedad. Asimismo, es relevante saber la locación al interior de la carga de los termógrafos, ya que al encontrarse cerca de canales de ventilación o por encontrarse en la parte superior o inferior se generan variables que dificultan la determinación exacta de problemas de temperatura durante el transporte, por lo que se aconseja utilizar más de un termógrafo en distintas partes del contenedor.

En quinto lugar, es importante mencionar la importancia de proteger las acciones derivadas de los contratos de transporte, donde efectuar los reclamos o protestas en tiempo y forma se torna imprescindible. La recomendación en este sentido es protestar tan pronto se sospeche la ocurrencia de un siniestro, o sea presumible que la carga no llegará en óptimas condiciones. Por ejemplo, si existía una fecha comprometida de arribo a destino por parte de una Naviera y el buque aún no ha llegado en dicha fecha, convendría emitir una nota de protesta que permite proteger cualquier eventual acción futura. En este mismo sentido, si es presumible que la carga no llegará en buen estado (por ejemplo, porque los termógrafos demuestran que no se ha cumplido con la temperatura solicitada), también es aconsejable emitir una nota de protesta.

En general, es aconsejable emitir una nota de protesta dentro de los 3 días desde que la carga arriba a destino, o desde que se pudo tomar conocimiento del estado de la carga, puesto que dicho plazo es el que se menciona en la mayoría de las Pólizas de Seguro, y es el plazo que las Navieras suelen considerar, sin embargo, en países donde aplican las Reglas de Hamburgo, como Chile y Perú, dicho plazo se podría ampliar hasta 15 días corridos.

En el mismo orden de ideas, en varias ocasiones las empresas de transporte y las pólizas de seguro también requieren que se realice la invitación de inspección en conjunto (o en inglés, “joint survey invitation”) tanto a las líneas navieras como a las aseguradoras. Sin perjuicio de lo anterior, para países miembros de las Reglas de Hamburgo, la carta de invitación a inspección en conjunto hace las veces de protesta, lo que no ocurre al revés ni en países donde se aplican las Reglas de la Haya.

En último lugar, cabe tener en cuenta el resguardo que se debe tener sobre la documentación que no es emitida por el exportador mismo:

Por una parte, las empresas de transporte emiten dos documentos esenciales para posibles reclamos marítimos, las confirmaciones de reserva (booking confirmation), suelen contener la fecha estimada de arribo comprometida por la empresa transportista, el cual suele ser actualizado una vez ocurren problemas durante el transporte, por lo que es relevante guardar el primer documento emitido y que este provenga de la empresa transportista y no del operador logístico.

Por otra parte, también es necesario guardar el rastreo (tracking) del viaje de la motonave que se encuentra en las plataformas web de las empresas de transporte, ya que este es eliminado después de 6 meses en algunas empresas.

En cuanto a lo que dice relación con el consignatario, siempre es necesario tener presente que tanto las empresas transportistas y las aseguradoras requerirán que estos firmen una cesión de derechos y que, además, puedan certificar el valor de las ventas para acreditar las pérdidas.

En resumidas cuentas, una adecuada prevención podría incrementar considerablemente los resultados de los reclamos frente a Compañías Aseguradoras o de Transporte, por lo que hoy más que nunca aconsejamos tomar atención a las medidas preventivas. Una adecuada asesoría legal desde antes de la ocurrencia de un siniestro podría ser de mucha ayuda para prevenir la ocurrencia de pérdidas, o al menos para prepararse de una manera correcta ante la ocurrencia de cualquier tipo de problema en el transporte de mercancías.

Jorge Entrala R.

Asociado

Abogado especialista en Derecho Marítimo